El Metal se tomó el Hipódromo de los Andes con el Knotfest
- POR: Patricio Stiglich
- 28 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Fotos: Estela Ramírez
La realización de la primera edición del Knotfest el 26 de octubre del presente año marca una posible reivindicación del género del metal en el país menos rockero de Latinoamérica; lo que inicialmente parecía un experimento y una apuesta por parte de los organizadores (debido a las diferencias con el cártel del festival en otras latitudes) dio sus frutos con más de 17.000 asistentes.
Durante el desarrollo del festival pudimos gozar de un gran cartel nacional e internacional entre las que podemos destacar por su profesionalismo y conexión con el público a Kilcrops quienes abrieron el escenario principal y tuvo el apoyo de una gran cantidad de seguidores. Al igual que Masacre, una de las bandas con himnos grabados en el ADN de los metaleros colombianos, dos bandas que siguen dejando en alto el nombre del buen metal hecho en Colombia desde hace varios años.
Arch Enemy que tuvo una gran acogida, dio la sorpresa al traer en su alineación a uno de los mejores guitarristas del mundo según la crítica especializada: Jeff Loomis.
Helloween dio una presentación de ensueño para todos los fans que han seguido su carrera desde el inicio ya que contó con la presencia de los 3 vocalistas que han pasado por su historia, Kai Hansen, Michael Kiske y Andy Deris. El recorrido musical contó con repertorio desde sus inicios hasta sus últimas producciones, también se vislumbra un nuevo álbum con la participación de esta trinidad legendaria.
Judas Priest, la banda más grande del festival, demostró su trayectoria deleitando al público con clásicos y temas de su última producción con una calidad interpretativa pocas veces vista. Rob Halford demostró que a sus 67 años sigue rockeando de de manera excelsa y es para mucho el vocalista por excelencia del metal. Pero debido a problemas de salud los seguidores de Judas Priest no pudieron contar con la presencia de Glenn tipton en la guitarra, sin embargo el guitarrista y productor Andy Sneap no decepcionó, con su gran calidad como músico de sesión y productor del último disco, dió la talla para la titánica labor.
Por último vale la pena resaltar la organización que estuvo a la altura en todos los sentidos, zonas bien delimitadas y de fácil acceso, con acreditaciones básicas pero efectivas y un área de estacionamiento con suficiente personal para su correcto funcionamiento.
Esperamos que los organizadores vean el potencial de este tipo de eventos y podamos seguir disfrutando de estos espacios que mezclan lo mejor del metal internacional y que dan la oportunidad a las bandas nacionales de demostrar su profesionalismo frente a sus homólogos internacionales.
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